Cada situación que vivimos,
cada alegría, cada tristeza,
cada sueño y cada decepción...
Cada encuentro, cada desencuentro,
cada muerte y cada renacer, todo
es un paso, un aprendizaje para
poder estar listos.
Estar listos para aceptar que
existimos por una razón.
Listos para nuestra misión
en la vida.
Listos para ser los protagonistas
de nuestro cuento.
Listos para amar, para sentir,
para entregarnos a la aventura.
Listos para el futuro.
Lo importante no es la llegada,
es el camino. Estar listos para
el camino.
Finales y comienzos,
partidas y llegadas;
son sólo momentos del viaje.
Tener un buen viaje es todo
lo que podemos desear.
Por lo tanto... ¡buen viaje!