jueves, 15 de diciembre de 2011

EL ESPEJO


A veces pienso que todo lo que nos rodea es un espejo. Cuando nos miramos al espejo, ¿lo hacemos para ver cómo nos ven los demás? ¿O para ver si el espejo nos devuelve la imagen que tenemos de nosotros mismos? A veces lo que más odiamos de los demás, es un reflejo de lo que más odiamos de nosotros mismos.

Los espejos pueden ser traicioneros. Uno puede perderse en un espejo; como Narciso, que de tan enamorado de sí mismo, de tanto mirarse en el reflejo de un lago, se ahogó.

Hay espejos en los que queremos reflejarnos.
Hay espejos en los que uno ve lo que quiere ver, pero también lo que no quiere ver.
Hay espejos en los que no queremos mirarnos.
Hay espejos en los que uno no se reconoce. Si no te gusta lo que ves en el espejo, no ganas nada rompiéndolo. Uno elige que ver en el espejo. Puede ver ese rasgo que detesta, o puede ver que tiene una sonrisa hermosa.

¿Quién no miró alguna vez en un espejo una imagen de sí mismo que no le gustó? No hay que luchar contra el espejo. Es una pelea perdida de antemano, sin sentido. Si no te gusta lo que ves en el espejo, ríete.
Te vas a empezar a gustar un poco más. El espejo no miente. El espejo nos muestra las cosas tal cual son. Nos muestra lo que tenemos... y también nos muestra lo que nos falta.

Con nuestros ojos podemos ver todo, salvo a nosotros mismos, para eso, necesitamos un espejo; pero mientras nos miremos en espejos equivocados, solo tendremos destrucción.

Hace falta mucho coraje para mirarse al espejo y aceptar lo que vemos. No existe el espejo que nos muestre lo que queremos ver, solo hay que mirarse al espejo y aceptar lo que vemos... porque eso, nos guste o no, es lo que somos.




domingo, 13 de noviembre de 2011

PENSAMIENTO LATERAL


¿Existe una única manera de ver las cosas? ¿Las cosas son como son o como las vemos? ¿Existe la objetividad o siempre vemos todo subjetivamente? ¿Las cosas son como son o como las sentimos? ¿Será que todo lo vemos teñido por nuestra propia historia? ¿Existe una única verdad o todo depende del punto de vista?

Desde que nacemos aprendemos a ver y entender las cosas de una sola manera. Todo depende de cómo se mire. Nuestra historia nos marca y vemos todo desde esas marcas ¿Será que si nos faltó amor veremos falta de amor aún en el amor? ¿Si tuvimos una historia de abandonos siempre veremos eso, en cualquier caso? ¿Se pueden conciliar dos puntos de vista tan distintos? ¿Las palabras tienen un único significado o depende de cómo se escuchen? 

Ver siempre lo que quieres ver es una forma de ceguera. Si dos personas pueden tener una verdad diferente, entonces, ¿hay una sola verdad? Estamos presos de nuestra única manera de ver las cosas, nada es ni blanco ni negro, todo depende.  Si vemos las cosas siempre desde el cristal de nuestra historia, de nuestros traumas. ¿Se puede confiar en nuestros ojos?

Un punto de vista es solo eso, una manera de ver las cosas. Ni la única, ni la mejor, ni la acertada. Cuando no queremos ver la realidad preferimos ver lo que queremos ver. Defendemos con uñas y dientes un punto de vista falso. Un punto de vista que borra nuestros errores.  Estamos presos de un único punto de vista, vemos y leemos todo desde lo que nos marcó. Por eso todo depende de según como se mire.

Galileo Galilei afirmó que la Tierra giraba alrededor del Sol, y no al revés. Todo el mundo lo humilló. ¿Cómo podía afirmar semejante desatino? Si todos veían claramente que el Sol era el que se movía, y no la Tierra.

Muchos acusaron de loco a Cristóbal Colón cuando supuso que la Tierra era redonda, si todos veían claramente que la Tierra era plana.

En su época, la gente disfrutaba de los libros de Julio Verne, aunque para todos era un autor fantasioso.

¿A quién se le podía ocurrir en aquel momento que una nave podría viajar debajo del agua, o que se podía viajar a la Luna?


Pero cuando nos animamos a pensar diferente, aparecen soluciones diferentes. A veces para llegar a un lugar hay que dar rodeos, ir y venir. En general, sólo confiamos en nuestros ojos, cuando en realidad tenemos más sentidos. A veces no es viendo, sino tocando, oliendo, escuchando o degustando que se resuelve algo.


Dejar de lado la única manera que tenemos de ver el mundo. Bueno, de eso se trata el pensamiento lateral. Nada tiene una única solución. No todo es lo que vemos por los ojos; por algo tenemos otros cuatro sentidos más. Simplemente tenemos que animarnos a usarlos y aprender a ver, a ver con los otros sentidos. No todo es lo que vemos con los ojos.

Siempre hay más, mucho más. Simplemente hay que aprender a ver.

sábado, 27 de agosto de 2011

¿En dónde quedan las palabras que no te dijeron?

¿Por qué algunas personas lastiman tanto?  Estás en un momento feliz, amigado con la vida, y de pronto alguien rompe la felicidad. Cuesta entender la maldad, la crueldad. ¿Por qué razón hay gente que lastima deliberadamente? ¿Por qué nos hacen sufrir? Cuando nos hieren, además del dolor, sentimos una profunda injusticia, no entendemos por qué alguien que nos quiere nos puede tratar tan mal. ¿Por qué nos lastiman tanto? ¿Por qué las personas que deberían quererte son a veces tus peores enemigos?
Todo el mundo lastima, en algún momento de su vida; “lo hacen, hicieron o harán”, pero ¿Por qué, por qué será?...
Lo demostremos o no, hay gestos, palabras y silencios que nos hieren profundamente. La gente es egoísta: piensan en sí mismos y lastiman a los demás.
 
Pero duele más cuando el golpe viene de un ser querido, ¡¿por qué nos lastiman así?! Como si el hecho de sufrir por alguien o algo fuera la medida de darnos cuenta de como son las cosas en realidad. ¿Por qué? ... es horrible, es como si las personas que más quieres, fueran tus peores enemigos.

 ¿Será que nosotros mismos somos los responsables de esto? No es que nos guste sufrir, sino, que a veces nos cuesta estar bien, bueeeno, es lo que creo. Es más fácil buscar al enemigo afuera, pero a veces el peor enemigo, no está tan lejos, está mucho más cerca, a veces, nuestro peor enemigo: somos nosotros mismos.

¿Quién es la persona responsable del porqué te lastiman? ¿Las persona que te lastimaron, o uno mismo que sabe que te lastimaron e igualmente vas a encararlos?  Si el zapato aprieta, el zapato no tiene la culpa, el que tiene la culpa es la persona que lo compró; es como despertarte, en ese momento te das cuenta que el zapato no era lo que creías, que te disoluciones y sea muy probable que no quieras volvértelo a poner.  Si sabes que se viene un huracán ¿no te escondes veinte metros bajo tierra para evitarlo? Se tiene que pensar lateralmente para encontrar la respuesta.

“Todo esto hace a las personas más fuertes, no te puedes tropezar dos veces con la misma piedra” – Esto me lo dijo una de las personas más sabias que conozco.

Es en los momentos difíciles, de tristeza y dolor en los que te das cuenta de... No, con esa frase no terminaré, mejor esta: "Nos acostumbramos incluso a lo que nos hace mal, mejor malos conocidos, que buenos por conocer ¿no?.



sábado, 30 de julio de 2011

EL VIAJE

Cada situación que vivimos,
cada alegría, cada tristeza,
cada sueño y cada decepción...


Cada encuentro, cada desencuentro,
cada muerte y cada renacer, todo
es un paso, un aprendizaje para
poder estar listos.


Estar listos para aceptar que
existimos por una razón.


Listos para nuestra misión
en la vida.


Listos para ser los protagonistas
de nuestro cuento.


Listos para amar, para sentir,
para entregarnos a la aventura.
Listos para el futuro.


Lo importante no es la llegada,
es el camino. Estar listos para
el camino.


Finales y comienzos,
partidas y llegadas;
son sólo momentos del viaje.


Tener un buen viaje es todo
lo que podemos desear.


Por lo tanto... ¡buen viaje!

jueves, 10 de marzo de 2011

No me sueltes la mano

No sé si lo recuerdo o me lo contaron pero cuando era chiquito mi mamá me decía "dame la mano para cruzar la calle", y yo le decía "no, no te la doy, te la presto", porque dar la mano me sonaba a darla, sacármela y darla ¿pero dar una mano no es un poco eso?

Dar una mano a alguien es mucho más que hacer un favor. No es dedicar unos minutos que te sobran o prestar un libro que no usas, es dar una parte tuya, es darte tú mismo.
Dar la mano es aferrarte y aferrar al otro. Cuando el mundo se vuelve un abismo y todo se cae, tus manos no se aferran a algo, se aferran a alguien, alguien que no te deja caer.

Cuando diste tu mano ya no hay forma de soltarla, ya no es tuya, está unida a la del otro, las dos manos son una.

Las manos nos unen, nos suman, cuando damos la mano dejamos de ser yo para ser nosotros.

Mi mano ya no es mía, es tuya, o nuestra. Nunca voy a soltarte la mano, pase lo que pase. (ALF)

lunes, 31 de enero de 2011

"El Lazo de Plata"

¿Pero que es ese lazo de plata que lleva el corazón de las personas? ¿Por que a algunos les basta solo con verse una vez para llegar al corazón del otro? ¿Por que para algunos funciona el amor a primera vista y otros nunca lo ven? No hay claves ni estrategias que valgan porque ese lazo que lleva el corazón del ser amado es un misterio, nadie puede explicar por qué ama ni por qué es amado. Algunos aman porque son amados otros son amados por que aman.

Hay corazones caprichosos, competitivos y hay corazones precavidos, reacios a dejarse amar por miedo a ser lastimados. Ese miedo no siempre es sonso, no deberíamos dejar que cualquiera llegue a nuestro corazón.

Una vez que alguien encuentra el lazo de plata y llega a nuestro corazón, es para siempre.

jueves, 20 de enero de 2011

"Que Si, Que No"

Todo el tiempo estamos entre el sí y el no. Elegir entre sí y no tal vez sea la decisión más difícil de tomar. Hay veces en que la diferencia entre decir sí o decir no puede ser determinante, puede cambiar tu vida para siempre.
El no ya lo tengo, dice alguien para darse coraje, porque el “no” es lo que nos rige; decimos que no a todo, todo el tiempo. Pero a veces, decimos algunos sí; a veces decimos “sí” sin medir las consecuencias, y ese sí cambia todo. De una chica rapidita decimos que tiene el sí fácil, pero no se trata de eso la vida? ¿De decir sí, de avanzar, de vivir? El sí nos compromete, y nos desnuda; el sí expone nuestros deseos, el sí señala que algo nos falta.
Una vez más estamos ante esa decisión; que todo siga siendo no, o animarse al sí y zambullirnos en la vida, esa vida que vivimos deteniendo todo el tiempo con el no.